jueves, 7 de septiembre de 2017

Tiempos nuevos


Hoy siete de septiembre, quedará para siempre en mi recuerdo.

Hace aproximadamente dos años, decidí quedarme por las mañanas con Victoria, con poco más de siete meses. Contaba con la ayuda de mi marido, tenía tiempo y me apetecía disfrutar de la infancia de mi primera nieta.
Nuestra casa fue el sustituto perfecto de la guardería.

Lo que, en principio, iba a ser un año, lo alargamos con un «segundo curso» en el que mis paseos con la niña «Paseando con Victoria» fueron sustituidos con las mañanas en la Plaza de Oriente, en el parque a la que la llevaba su abuelo.

Durante los veranos, hemos compartido también mucho tiempo juntas, sobre todo este último, en el que se ha convertido en una señorita con la que mantener una conversación, jugar a cientos de cosas, o ser una magnífica escuchadora de cuentos.

Hemos vivido sus alegrías, sus rabietas, sus ilusiones, y todo aquello que, como padres, se nos escapó en muchas ocasiones con nuestros propios hijos, por falta de tiempo, inmadurez, inexperiencia…
Y ha llegado el día de hoy, y se ha trasformado en una colegiala en su primer día.

Ha acudido con ilusión a la Escuela Infantil de su colegio. Dice su maestra que no ha llorado y que le han gustado la cantidad de cuentos que había en las estanterías. Ella nos ha contado que, en el patio, ha jugado con una bicicleta amarilla y que todavía no tiene amigos y que ha llorado cuando ha visto que su mamá y su papá no estaban (por lo visto no ha pasado de ser un sollozo).

Lo que está claro es que ha decidido que no quiere volver.

Se me encoge el corazón, aunque sé que es lo mejor para ella.

Este es su primer gran cambio de los muchos que tendrá que asumir a lo largo de su vida y es duro, pero seguro que, en unos días, volverá a ser una niña feliz.

4 comentarios:

  1. Así estoy yo con Alberto que ha dejado su msmá de día y va a una guardería. Hasta ahora no de dejado de llorar cuando lo dejan sus padres, menos mal que sale contento. El corazón se me llena de dolor cuando pienso todo lo que le queda que pasar 😉. Ellos al final se adaptan antes que nosotros. 😘😘

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    1. Victoria, al final, no ha llorado pero sigue dando pena.
      Alberto también lo superará rápido.
      Un besazo.

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  2. Qué penita me dan. Mi hermano Tomás no quería ir y yo pasé unos días con él hasta que se adaptó

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